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2/08/2016

COMENZARON LAS CLASES

Los Rolling Stones volvieron al país después de su última visita en el 2006 y con ello  también una lección del clásico rock and roll a la ciudad de las diagonales.

Fotografía Soledad Aznarez para La Nación 

Pocas bandas causan tal revuelo como los Stones en el país. Miles de fans esperándolos en la puerta de los hoteles, medios de comunicación informando sus pasos las 24 hs y famosos peleando por ver quién puede ser parte de la lista exclusiva de la mítica banda integrada por Charlie Watts, Ronnie Wood, Keith Richards y Mick Jagger. Pero sin dudas el mayor descontrol sucedió en La Plata, ciudad en la que tocaron el primer de los tres recitales que darán en el marco de la Gira Latinoamericana Olé.

Gente de todas partes, inclusive de otros países vinieron a presenciar la clase de rock de los maestros por excelencia, junto a sus mejores alumnos: Los argentinos. La avenida 32 estaba colmada de fanáticos que se habían instalado a comer desde tempranas horas de la mañana mientras esperaban que abrieran las puertas. Distintos medios estaban presentes para cubrir lo que sería una noche inolvidable y el mismo Staff de la banda ya estaba documentando con cámaras y drones la previa del show. 

Las puertas se abrieron a las 16 y la caravana se dispuso a entrar un tanto impaciente pero de manera ordenada al estadio. Si bien los accesos estaban cuidadosamente cortados para evitar actos delictivos, esto atrasó bastante la entrada y sobre todo salida de la gente en el estadio que se vio presa en una avenida con pocos caminos de circulación. Una vez empezada la noche un grupo de gente quiso ingresar sin entradas y causaron disturbios junto a varios vendedores ambulantes que fueron detenidos.

Mientras tanto dentro del estadio la gente esperaba a La Beriso, primeros teloneros de la noche que arrancaron a las siete y media debido a las condiciones climáticas. La banda integrada por Ezequiel Bolli, Rolando Sartorio, Conde Kunga, Pablo Puntoriero, Pablo Ferradas, Javier Pandolfi, Emiliano Mansilla  tocó durante una hora con melodías clásicas de rock nacional a pesar de la sorpresiva cantidad de gente del publico que los abucheó en gran parte de su show y demostraron lealtad a sus fervientes seguidores que estaban repartidos en el estadio. La lluvia podía ser un problema para los técnicos que trataban de cuidar los equipos y la seguridad de las bandas,  pero para los presentes era un alivio que calmaba el calor insufrible por el amontonamiento. Luego fue el turno de Ciro y los Persas compuesta por Rodrigo Pérez, Julián Isod, Juan Manuel Ábalos, Joao Marcos Cesar Bastos y Nicolás Raffetta, que tocaron clásicos del cantante Ciro Martínez durante su etapa en Los Piojos. “Vamos a enseñarles como se toca el rock en Argentina” dijo Ciro y tocaron Zapatos de Gamuza Azul de Moris e hicieron saltar a todo el estadio, para ponerlos a tono con lo que vendría después.

Eran las 21 hs y un video retrospectivo mostraba la carrera de estos cuatro londinenses, sinónimos del rock n’ roll mundialmente que comenzaba en los años 60 y terminaba el domingo 07 de febrero, en la ciudad de La Plata. La gente lanzó una ovación al mismo tiempo que los fuegos artificiales anunciaban la entrada de los encargados de instruir en el oficio a miles de bandas con el clásico e inconfundible riff de Start me Up seguido por It's Only Rock 'n' Roll (But I Like It), Tumbling Dice y Out of Control. Envueltos en tonos camaleónicos de verdes, amarillos, rojos que se iban alternando en una estructura luminosa que enmarcaba el escenario y que a primeras horas parecía de cartón, Mick Jagger parecía moverse al ritmo de esos juegos de luces, y saludaba en un perfecto castellano a sus alumnos, agradeciendo tantos años de amistad y fidelidad hacia la banda.

Luego fue el momento de Street Fighting Man, la más elegida por los argentinos en una encuesta que debía hacerse por internet, seguida por Anybody Seen My Baby? Tocada por primera vez desde 1998, Wild Horses, Paint it Black y Honky Tonk Woman. Delante del estadio era una marea humana que saltaba sincronizadamente al ritmo de los riffs, en la parte de atrás la gente bailaba como si estuviera en un boliche, hombres sacaban a bailar a mujeres, parejas se abrazaban en los temas lentos, en las plateas las luces de los celulares creaban una pared de estrellas que acompañaba cada momento a la perfección.
“Es la primera vez que tocamos en la plata” dice Jagger y pasa a contar con mucho esmero los lugares a los que fueron él y sus compañeros. Una de las partes que hizo estallar de risa el estadio fue sin dudas cuando dijo que habían comido “chori con chimichurri” en la costanera y se aprendió un par de provincias para rapear en un tema, digno de un diez en geometría. Presentó a la banda: el enérgico Ron Wood saltaba de la emoción y provocaba al publico gritándoles para que salten, daba la impresión que deseaba estár abajo y no arriba del escenario, Charlie Watts sufrió un momento de vergüenza al ser ovacionado mientras Jagger lo alentaba para que pase por la pasarela, (algo difícil de creer después de 50 años de carrera, la timidez de este hombre). Y por ultimo Keith Richards el eterno joven, el segundo Stone que se avergonzaba por el calor de los argentinos , en una tímida y contagiosa sonrisa nos confesaba como adolescente enamorado su admiración y pasaba a tocar y cantar sus dos clásicos: Can’t be Seen y Happy.

La ultima parte del show estuvo compuesta por Midnight Rambler con una zapada de blues a servicio de los maestros provenientes de la vieja escuela cuyos solos, riffs, armónica y hi hat eran un viaje a los 60. Miss You protagonizado por el virtuosísimo solo del bajista Darryl Jones, Gimme Shelter a dúo con una de las vocalistas Sasha Allen puso a más de uno con piel de gallina, Brown Sugar, Jumpin' Jack Flash y anteriormente Sympathy for the Devil que demostró la inmortalidad de las majestades satánicas en un despliegue de fuego luces rojas, simbología y un Mick con un gran tapado de plumas rojo preguntando si sabíamos cual era su nombre, bueno tal vez eso explicaría su larga y exitosa trayectoria en la música.

Para los bises invitaron a un coro autóctono y tocaron el clásico You Can’t Always Get What You Want y Satisfaction que cerró con una fiesta de fuegos artificiales verdes amarillos y rojos, un saludo grupal y muchas ganas de seguir. Los fans no se querían ir y los músicos no querían abandonar el lugar, pero todavía quedan dos fechas más y la esperanza de que vuelvan a pisar estas tierras aunque esta parezca la última, después de todo los 70 no los sienten ni los hacen sentir y a los rockstars del mundo le falta mucho por aprender de estos hombres. 

Fotografía de Soledad Aznarez para La Nación.

MIRA STREET FIGHTING MAN, EN LA PLATA!




12/15/2015

PARA EL RECUERDO

Luego de cancelar su gira en 2011, Sum 41 visitó el país por primera vez en una fecha que será difícil de olvidar.
    Fotografía :Gissela Pereyra

Solo faltaba la música introductoria del Bueno, el malo y el feo en la calurosa entrada de Groove. La gente que se encontraba desde tempranas horas de la mañana buscaba como pasar el momento en una interminable fila, que deseaba entrar de una vez al show después de una hora de retraso que parecía no tener fin.  El motivo fue la demora que sufrieron los integrantes de la banda en la aduana del Aeropuerto Internacional de Ezeiza y que según Jason McCaslin en su cuenta de Instagram sería razón suficiente para no olvidar, pero se equivocaba...Las sorpresas recién empezaban.

Las puertas se abrieron finalmente a las 20hs y una hora después tocó Mal Pasar, la banda punk integrada por Carlos Sassone (Voz y bajo) Mariano Winitzky  (guitarra) Marcos Cassettari (guitarra) Y Damián Sassone  (batería), que con influencias de algunas bandas punk californianas de los 90’s en sus melodías agregaron letras de protesta sobre la distintas problemáticas que traspasan al país, desde una marcada ideología de Izquierda.  Los temas que tocaron fueron:Los mismos errores, Nariz, Rebelarte, Dame Dame, Montañas, Vacaciones en el cementerio, La libertad, Patria y Bandera, 1,2 y3, Motivos
y 4 Sudakas

La multitud se movía como una gran marea en el lugar, rompiendo sus olas en la valla delantera, pero de ninguna manera refrescando a los presentes que saltaban y coreaban los temas que iban sonando por los parlantes mientras esperaban a su banda. Finalmente se escuchó un suspiro general seguido por gritos y ovaciones al ver que el grupo se perfilaba hacía el escenario por la pasarela del local.

Casi a llegando a las 23 arrancaba Sum 41, la banda canadiense integrada por Deryck Whibley (Voz y Guitarra), Dave Baksh (Guitarra), Tom Thacker (Guitarra), Cone McCaslin (Bajo) y Frank Zummo (Batería). Irónicamente sonó Introduction of Destruction y TNT , ambas como aperturas descriptivas de un show que ineludiblemente empezó con un posible desastre pero terminó con miles de caras sonrientes y satisfechas a pesar de los inconvenientes.

Una columna de luces que jugueteaba por todo el lugar elegía a los afortunados de la noche, fans que Deryck seleccionó con ayuda de sus compañeros para que presenciaran el show desde un lugar privilegiado: el costado del escenario. El bajito pero enérgico cantante estaba tan deslumbrado por la poderosa garganta de los argentinos que se perdió en la emoción y recibió un par de retos por parte de seguridad, porque si hubiera sido por el directamente se tiraba al público. Parecía el joven Deryck de 1996.

Los primeros temas fueron: Reason to Believe, Motivation, Over My Head (Better Off Dead), The Hell Song, Makes No Difference, Skumfuk y With Me, la sorpresa de la noche. Miles de brazos se movían de un lado al otro, y una voz que se hacía única en la presencia de todos los que se encontraban allí, en varias ocasiones tapaba al frontman que se lamentaba por no haber visitado el país muchas veces antes. Ya a los pocos minutos se entusiasmó planeando nuevas melodías y juegos para este nuevo instrumento que era el público. Incluso en un momento,  hizo los riffs de Smoke on the Water y Seven Nation Army para testear la capacidad coral de las personas allí reunidas.

“¡Están locos! ¿Saben que están locos no?” Repetía miles de veces Whibley. El eterno adolescente que lleva en su interior, parecía haberse despertado luego de muchos años de tormento y se convirtió en juez que evaluaba con suficiente experiencia las ollas y los pogos interminables durante todo el show. Era imposible parar la electricidad que había en el lugar, ni el calor ni las horas que habían pasado fueron suficientes. Por último dijo “Espero que no estén cansados porque esto recién empieza” y a continuación tocaron : We're All to Blame, Walking Disaster, Underclass Hero, Screaming Bloody Murder, Sick of Everyone y Welcome to Hell . Como un gran director de orquesta dirigió a todos organizando movimientos, coros y demostró ser un buen líder que regaló un gran momento para recordar, seguramente envidiable desde la vista del escenario, como lo fue desde abajo.

Ahora seguía el turno del dúo Baksh- Thacker que tocaron una seguidilla de covers de MetallicaFor Whom the Bell Tolls / Enter Sandman / Master of Puppets)  y  desquebrajaron los miles de amplificadores que tenían a sus espaldas, acompañados rítmicamente por McCaslin y Zummo para luego darle rienda suelta a los clásicos de la banda: Still Waiting, In Too Deep, Pieces, No Reason y Fat Lip con la que rejuvenecieron a los fans mas viejitos que recordaron las épocas de skate,  Jackass, MTV  y el buen punk californiano de los 90’s.

 “Me deben odiar” era el reemplazo del testeo de micrófono del cantante de esta banda que pasó por un mal momento durante el 2011, desencadenante de la cancelación del tour sudamericano y que ahora se había encontrado con esta demora en el aeropuerto. Pero los fans disfrutaron a cada segundo su banda. Algunos los esperaban  aquella vez, otros desde hace 20 años pero el grupo  lo compensó con un tour exclusivo que solo tuvo como paradas Perú y Argentina, tocaron temas que no hacían hace años y para colmo fue el flamante regreso de Dave Baksh.

Una hora fue suficiente para los “Sums” que ahora nos piden ser invitados lo más pronto posible a través de las redes sociales, agradeciendo el cariño de sus fans que hasta les regalaron un fernet. Yo les diría que se levanten y dejen la culpa de lado porque están más que perdonados por los argentinos que ya están esperando el regreso  y ¿Por qué no? Con disco nuevo.

12/10/2015

TOTAL BUMMER


NOFX, la banda de punk rock californiano volvió al país después de tres años de su última visita, cumplieron su promesa después de la cancelación del tour previsto para principio de año y durante una estadía exprés de solo 16 horas en el país, así todo dieron que hablar.



Era martes 8 de Diciembre y lloviznaba en la puerta del Microestadio Malvinas Argentinas. A diferencia de muchos otros shows era mucha la gente que caía a último momento, sin apuro, sin fila,  sin protocolo. Grupos compartiendo una cerveza y alguna que otra cosa en tono de camaradería. Viejos amigos se saludaban en un vasto mar de remeras con logos de bandas punk, crestas, tinturas, piercings, cuero y muchas ganas de poguear.  

Se abrieron las puertas y comenzaba Asphix la banda Hardcore/punk de Rosario que cerró su tour aniversario de 20 años en la escena integrada por Moska (Voz y Guitarra), Colo  (Voz y Bajo), Pendeja (Guitarra), Her (Batería) y Brato (Trompeta). Durante una hora aclimataron a la gente a pura energía influenciada por el punk de la costa oeste californiana con el siguiente setlist : Ghandi, Heavy, God Co, Bratos, Innerself, Upsidedown, Anillos,Trompote, Argentina, Friendship, Al Palo, Pija, Love is Dead, y Deny .Luego el turno fue de Shaila que telonearon por segunda vez a  NOFX con Joaquin Guillen  (Voz) Yasser (Guitarra) Pablo Coniglio (Bajo) Santiago Tortora (Guitarra) y GuidoX  (Batería). Por último fue el momento del punk vieja escuela liderado por 2 Minutos que tocaron todos sus clásicos haciendo precalentar al público para lo que se venía, con invitados especiales, entre ellos El Mono de Kapanga que cantó a dúo Ya no sos igual con Walter “Mosca” Velázquez (Voz),  acompañados por Alejandro Papa Ainadjian (Bajo), Monty Montaña (Batería), Marcelo Pedro Pedrozo (Guitarra) y Pablo Blinsky Coll Velmondo (Guitarra).

Pasadas las 22 y después de tres horas de puro punk nacional llegaba el momento de NOFX. La banda de Fat Mike (Voz y Bajo), Eric Melvin (Guitarra, Acordeón y Gritos), El Hefe (Guitarra, Trompeta y Coros) y Smelly (Batería) no podrían haber venido en mejor momento. Salieron a escena armando los instrumentos como un plomo más. Con su característica bandera del orgullo gay en los teclados que opera Limo, uno de sus músicos, y el legendario cartel de unos veinte por treinta centímetros aproximadamente con el nombre de la banda, demuestran que no vienen a entretenernos con luces y efectos, tienen un trabajo que consiste en mantener la elite del punk rock.

Fat Mike, el payaso  de cresta rosa más alegre con el ceño fruncido mas grande, tal vez no vino con su alter ego Cokie the Clown pero sin dudas se lo veía con ganas de tocar en Buenos Aires. “Me estoy divirtiendo y yo nunca me divierto” repetía y empezó como es habitual en él, uno de sus monólogos cargados de sincericidio. Acido, áspero, desubicado, cargado de chistes negros y racistas pero totalmente irónicos. No apto para gente sin sentido del humor y totalmente necesario para los argentinos que sin dudas estamos pasando por un momento de tensión, donde el escenario político, económico y religioso  se encuentra en un campo de batalla. ¿Quién mejor entonces que  Michael Burkett para sacar a la luz las verdades incomodas de la sociedad y ridiculizarlas? Después de reírse con sus compañeros sobre los rasgos caucásicos de los argentinos en comparación con el resto de los latinoamericanos dieron comienzo al show con el tema de su último proyecto basado en los tours por las ciudades más bizarras del mundo: Backstage Passport y así también el descontrol de los presentes.

La primera parte del recital estuvo compuesta por Seeing Double at the Triple Rock, Stickin' in My Eye, 72 Hookers, Quart in Session, Leave It Alone Murder the Government e Eat the Meek con la característica trompeta del Hefe que iba al ritmo del reggae. Si hay algo que no se puede esperar de estos muchachos es la seriedad, y mientras atajaban elementos varios que les tiraban desde el público, respondían incoherencias en un idioma mexicano a lo Speedy Gonzales inventado por Aarón que a pesar de tener impresos en su cara rasgos que demuestran la descendencia de su familia, dejaba mucho que desear como vocero del grupo y provocaba la risa de todos los que estaban allí.

Pero a pesar de tomarse las problemáticas del mundo capitalista como debe ser: en joda por su utópica y disfrazada perfección, si se toman muy enserio a su fans. Detrás de sus apariencias apáticas siempre hacen shows que benefician al público: Entradas baratas, muchos temas y un recital divertido con  la complejidad lírica y melódica de un punk bien cosechado, sin dejar de lado la estructura clásica de las bandas míticas. Bajo sus propias reglas, que según ellos es hacer lo que es justo ¿Por qué no iban a tocar The Decline? Un tema de 18 minutos que es uno de los favoritos de los fans de NOFX por todo el mundo. Y así alimentaron a la bestia argentina que gritaba a coro: “Si me dieran un centavo por cada muerte sin sentido, me compraría un gobierno” Sabiendo muy bien lo que cantaban. En California o en Buenos Aires esa frase tenía el mismo significado. Dejaron a los locales en deuda: ahora tenían que redoblar la apuesta y devolverles el triple de energía por semejante regalo.

Después siguieron con Monosyllabic Girl, I'm Telling Tim, Louise y un cover de Necros : IQ32. Iban pasando las horas y ese líquido incoloro que absorbía Fat en el vaso no parecía agua. Cada vez mas filoso ahora hacia chistes sobre  lesbianas y se olvidaba la letra de su tema nuevo, pero como los verdaderos compañeros hacen, salió al rescate Melvin que le sopló las notas y a pesar de que se Autocalifica como una marioneta que está en piloto automático salvó la noche con sus acordes memorizados y se sumaba a las gastadas que hacía el resto sobre los característicos coros argentinos. Mucho más participativo que de costumbre y con unos centímetros más de rastas que la última vez, como en los viejos tiempos, bajaba del escenario para darles púas a los fans.

Smelly, el baterista con sífilis y hepatitis c, según Mike, olvidado por los fans en varias ocasiones e incluso por sus propios compañeros, demostró que su batería no es para nada indiferente cuando tiene que ponerle los puntos al resto de la banda. Enseguida los encarriló mientras tocaban We March to the Beat of Indifferent Drum, The Moron Brothers, I Believe in Goddess, Perfect Government (un cover de Mark Curry), Fuck the Kids y Linoleum, siempre con el ritmo perfecto, es quien se encarga de mantener la estructura cuando alguno falla y Mike se lo reconoció diciendo que era su baterista y el mejor del mundo.

Si hay algo que nos caracteriza a los argentinos es la habilidad para hacernos querer. A pesar de nuestro ego tan criticado por el resto, también somos pasionales y sabemos ablandar con cariño hasta al más amargo y frio ser. Durante el show cerramos la bocota de este frontman bardero, que hablaba sobre S&M y criticaba a algunas bandas colegas cuando alguien desde el publico gritó  No Use for a Name. El grupo de un gran amigo suyo de la escena californiana: El difunto Tony Sly, y ahí mismo decidió hacer el cover The Shortest Pier, ovacionado por todos que a continuación coreaban el nombre del cantante de NUFAN. Se vio, como muy pocas veces a un Burkett emocionado, sin escudo,  totalmente indefenso, conmovido y sorprendido por la reacción de todos.

Por último llegó el momento que nadie quería porque significaba el final, los bises. Durante estos cinco temas que originalmente no se encontraban en el setlist, el estadio se abrió en dos. Una olla gigante  dejó el predio semi vacio y se volvió a unir en un pogo masivo que duró mientras tocaban todos los grandes clásicos de la banda: Dinosaurs Will Die, Bob, Franco Un-American, The Brews y Kill All the White Man. Cortito (de acuerdo a lo que nos tienen acostumbrados), pero potente y con la joya de The Decline, hicieron 25 temas que todos queríamos escuchar. Una vez más dieron el ejemplo de cómo deben ser las bandas, “Música escrita por devoción, no por ambición, no por fama” dicen las líneas de sus temas y no mienten. 

10/02/2015

SEX, DRUGS & BOOM!

Después de su última visita en el 2011, System of a Down volvió a Buenos Aires y dio un show con localidades agotadas para el recuerdo junto a la banda Deftones como invitados especiales.

     Fotografía Federico Gluschancoff

Ya habían pasado cuatro años de la última vez que SOAD la banda integrada por Serj Tankian (voz y teclado), Daron Malakian (voz y guitarra), Shavo Odadjian(bajo) y John Dolmayan (batería) pisó tierras argentinas y la espera se hizo notar. Un GEBA colmado de fanáticos que aguardaban desde tempranas horas compartían anécdotas, almuerzos y porque no algunos vicios también en una cola que rodeaba todo el predio en distintas direcciones.

A las 19 comenzó el grupo argentino con tintes post-hardcore Deny integrada por Nazareno Gómez Antolini (voz), Joaquin Ortega (guitarra), Juan Pablo Uberti (bajo) y Agustín Dupuis (batería). La lista recorrió los siguientes temas: Tras mis pasos, Resistiendo golpes,  La traición,  Documento 2,  FABA, Documento 3 e Invencible en los cuales tocaron para sus fieles seguidores y se ganaron nuevos fans que se iban acercando al interior del estadio.

Unas horas después fue el turno de los californianos Deftones con Chino Moreno (en voz y guitarra rítmica) Stephen Carpenter (guitarra principal), Frank Delgado (teclados), Abe Cunningham(batería) y Sergio Vega (bajo)Tocaron 15 temas entre los que se encontraron: Diamond Eyes Rocket Skates When Girls Telephone BoysFeiticeiraDigital BathBe Quiet and Drive (Far Away)My Own Summer (Shove It)Tempest Swerve CityRosemary Knife PrtyEliteChange (In the House of Flies)Engine No. 9 (fusionado con How I Could Just Kill A Man" de Cypress Hill  y Wicked de Ice Cube) y  Headup . Chino asombrado con la respuesta del público decidió sumarse a la fiesta cantando unos temas cara a cara con ellos y cedió el paso a sus viejos amigos: System of a Down que comenzaron a las 21 con un show que duró una hora y media.

Con I-E-A-I-A-I-O dieron comienzo a una noche cargada de potencia, riffs violentos, ritmos rápidos y letras que abarcaron protestas políticas contra el American Way of Life, la concientización sobre el genocidio  armenio, las guerras, prostitución y el narcotráfico. Siguieron con Suite-Pee, Attack Prison Song Know Aerials Soldier Side - Intro B.Y.O.B. SoilDarts y  Radio/Video. Las canciones fueron cantadas una tras otra con un Serj Tankian que no paraba un segundo de recitar trabalenguas, mientras sus colegas aumentaban la velocidad y se la dejaban bastante difícil a los argentinos que a pesar del cansancio querían seguirles el ritmo a medida que pasaban las horas , pero que así todo se la bancaron bastante bien.

Siguieron con sus características melodías orientales casi psicóticas, sin olvidar el condimento del metal que le otorgó más agresividad e hizo que la gente enloqueciera en ollas gigantes durante HypnotizeTemperATWACUBErtNeedlesDeer DanceBounceSuggestionsPsycho (con una intro de I Feel Love de Donna Summer) y uno de los más esperados Chop Suey! que fue coreado por todo el estadio. Durante Hypnotize Tankian quedó literalmente hipnotizado y dijo “no tenemos que cantar, ustedes cantan y por cierto lo hacen muy lindo”.

Despues del gran pogo de Bounce  y la seguidilla de adrenalina inyectada por System fue el momento de Daron con Lonely day y un merecido descanso para todos que entre nubes cannabicas se relajaban  y se dejaban llevar hacia la última parte del show que incluía Question!Lost in Hollywood, Vicinity of Obscenity Forest SpidersCigaro (con Abe Cunningham en bateria)Toxicity (con Chino Moreno) y Sugar. El show terminó tras 30 temas que dejaron a todos exhaustos pero con abstinencia. Entre las perlitas de la noche durante Cigaro le cantaron el feliz cumpleaños al hijo de Shavo y la ovacionada de la noche fue una chica que durante Soldier Side quedó en topless y fue grabada por las cámaras enamorando a más de un fanático que la buscó en las redes sociales al otro día.

En cuanto a la banda, si bien hace once años que no sacan un disco tienen planes de juntarse a trabajar finalizado el tour. En una reciente entrevista a Tankian expresó que: “Se estuvo charlando y  después de tocar en este tour, vamos a volver y ver donde estamos parados” además agregó “si tenemos canciones que funcionen para System, si yo las tengo y Malakian las tiene, la puerta está abierta para que trabajemos juntos pero no tenemos un plan en concreto para anunciar”. Así que ¡a no desesperar fans! Puede que vuelvan a Buenos aires más pronto de lo que se espera.

Gracias Tomás Correa Arce por las fotos : http://www.tommyboy.com.ar/




9/27/2015

DIOS LOS SALVE

Después de siete años de su última visita al país, Queen volvió una vez más para demostrar quienes mandan en el reino del rock  y en esta ocasión se presentaron junto a su alteza invitada, Adam Lambert.
Fotografia: Queen Argentina

 El viernes 25 de septiembre en el estadio de GEBA salió el sol luego de una semana arrasada por la lluvia. Gente de todas las edades se reunió para celebrar el arribo de sus majestades Brian May y Roger Taylor, los integrantes de la banda británica Queen que volvieron por tercera vez a las tierras lejanas de Argentina para dar un show de dos horas repasando los grandes clásicos del grupo.

La ceremonia comenzó a las 22hs, la música ambiental envolvió el lugar y el escenario fue cubierto por un paño gigante con el clásico escudo  real: la “Q”, los seres zodiacales que representa a cada miembro de la formación original (Mercury, May, Deacon y Taylor) y el fénix, el animal que irónicamente representa el resurgir de las cenizas.  Tal vez como un presagio de lo que sucedería en el presente y más aun esa noche en Buenos Aires, que reavivó aquella magia lejana y  mítica de la primera visita del ‘81 en Vélez con el legendario Freddie Mercury.

Los súbditos que esperaban ansiosamente el comienzo del show estallaron en alegría con las primeras notas de One Vision. Llevó solo una cuestión de segundos que la banda se reverencie ante los argentinos. Another One Bites the Dust  y Fat Bottomed Girls fueron los que encendieron esa vieja pasión dormida que esperaba salir de los cuerpos de todos los presentes. Una gran masa saltaba al unísono y se preparaba para In the Lap of the Gods... Revisited que sin dudas es accidentalmente un tema hecho para que el público argentino  haga lo que mejor sabe hacer: corear y llenar el lugar con una energía que hizo a Lambert preguntarse: “Are you Crazy?”.

El setlist siguió  con Seven Seas of Rhye, Killer Queen , Crazy Little Thing Called Love y Somebody to Love. Uno de los factores sorpresa era el trono: ¿Sería capaz este vocalista de la nueva generación de sentarse en el lugar de un líder del calibre de Farrokh Bulsara?  En verdad la versatilidad de Lambert llenó las notas a la perfección, a pesar de la inigualable chispa y color en la voz de Mercury, e incluso en algunos momentos las superó. Se mostró confiado y fue consciente en todo momento que tenía que ganarse su lugar. Reconoció lo afortunado que era de ser parte de la gira e invitó a todos a participar del homenaje al gran rey: Freddie Mercury. De todas maneras no se dejó avasallar por la situación e incluso jugó un poco con el público desplegando sensualidad y movimientos descarados para demostrar su lado teatral de una manera divertida, que en más de una ocasión desencadenó la risa incluso de los fans más difíciles de convencer.

Pero no todo es diversión. La lista tenía guardada un momento especial. Un momento en que la banda regaló  emoción, dulzura, sentimientos de melancolía y amor. Empezó con Love of My Life y Las Palabras De Amor (The Words of Love). Brian May dedicó los temas al público agradeciendo los años de amistad entre la banda y el país calificando cariñosamente a los argentinos como “copados”. Solo con su guitarra, recreó ese momento clásico entre él y Freddie ahora cantando  junto a su audiencia a través de la pantalla. Esta imagen representó uno de los momentos más emotivos de la noche.

Después llego el momento de Roger Taylor que demostró sus falsetes característicos todavía intactos en A kind of Magic, se sumó al solo del bajista Neil Fairclough, retó a un duelo de baterías a su hijo y percusionista de The Darkness; Rufus Taylor y cerró con broche de oro la interpretación del clásico de la banda originalmente grabado junto a David Bowie Under Pressure que trajo otra vez una inyección de adrenalina luego de tanta nostalgia.

Una vez más Adam tomo el mando, desplegó todo su talento y dejó a más de uno con la boca abierta: I Want to Break Free , Ghost Town ( un tema propio del vocalista) y Who Wants to Live Forever  que volvió a transformar el clima del estadio en un silencio absoluto, mientras todos contemplaban asombrados las altísimas notas del frontman. Seguido por  Last Horizon fusionado con un solo de May, terminó por domar a sus salvajes fanáticos ante el sentimiento y virtuosismo que hacia salir de su característica “Red Especial”, guitarra que fabricó junto a su padre.

Por último sonaron los clásicos mas enérgicos de la banda : Tie Your Mother Down, Don't Stop Me NowRadio Ga Ga, I Want It All y los tan esperados Bohemian Rhapsody, We Will Rock you y We Are the Champions . El mundo vió por Streaming la locura de la banda y  los fans locales que se dejaron llevar por la emoción del momento. Todos sabían qué hacer en el Protocolo Real; se obedecía lo que la reina decretó desde hace décadas: se corea hacia el final, se aplaude en el estribillo y se canta cada  himno con el corazón.

El show  terminó a la medianoche después de 26 temas en los que hubo lugar hasta para una selfie tridimensional sacada por Brian para retratar el momento. También se lo pudo ver con una camiseta de argentina que va a volver a usar este domingo, porque si bien dejaron Buenos Aires la próxima parada es Córdoba y solo queda preguntarnos cuando volverán.  A pesar muchos aseguran que es la última visita de la corona, May dejó el final abierto cuando publicó hace unas horas en Twitter : We loved you Buenos Aires folks ! No audence could ever give more ! Muchisimas Gracias ! Hasta Prontito !!! Bri”.