Luego de
tres años de su última visita, los Foo Fighters emprendieron viaje hacia la
ciudad de las diagonales y llevaron a los fanáticos a toda velocidad a través
de su historia.
Fotografia propiedad de Cristian Estaurino
Domingo 18 de diciembre
en el Estadio Único de La Plata.
La gente soportaba las condiciones climáticas porque la pasión era más fuerte. Los
chicos que venían de todas partes del país ya habían hecho amistades en cada uno de los transportes que desembocaban
rambla de la calle 32. Allí esperaban con ansiedad y nuevos amigos mientras las horas pasaban y
la lluvia los sorprendía en mitad de la cola.
Las puertas abrieron a las 16 hs y pasadas las 18 hs comenzó
el show de Eruca Sativa. El power trió
conformado por Lula Bertoldi en
guitarra, Brenda Martin en bajo y Gabriel Pedernera tocó sus temas más enérgicos
para calentar los motores: Fuera o Mas Allá,
El Genio de la Nada, Paraíso en Retro, Para que Sigamos Siendo, Antes que
Vuelva a Caer, Agujas, Magoo, Queloquepasa y Desdobla. El público los
ovacionó por su habitual energía y no
solo se ganaron nuevos fans, sino que cumplieron el sueño de abrir para los Foo, una de sus grandes influencias. A las
19 fue el turno de los ingleses Kaiser
Chiefs que dejaron sorprendidos a todos con la inyección de nitro aplicada principalmente
por parte del vocalista Ricky Wilson que corría de un lado al otro del escenario preparando
la garganta de cada uno de los presentes para lo que vendría mas tarde, con los clásicos Everyday, Average,Ruffians, Never Miss a Beat, Coming Home, Pinball
Wizard, Cannons, Ruby, Riot,Misery Company y Oh My God.
Y ahora si, a las 21 hs se oscureció el estadio y los Foo Fighters pusieron primera llevando
a los argentinos por el recorrido que comprendía
paradas nuevas de su último disco Sonic Highways como Something
from nothing, In the Clear, Congregation y los clásicos The Pretender, Learn to Fly, Breakout,
Arlandria, Generator, My hero, Hey Johnny Park!, Monkey Wrench, I’ll Stick
Around y Walk. Dentro de la primera parte del show hubo una ronda de solos
en la que los miembros mostraron sus habilidades a modo de competencia según dijo Dave Grohl, para demostrar que no se sentían intimidados por la
potencia de los fanáticos locales y desembocó en una zapada de clásicos como Wrathchild, I'm the One, Another One Bites The Dust, Stairway to Heaven and Tie Your Mother
Down que dio paso al momento en que el baterista Taylor Hawkins tomó el volante con su tema Cold
Day in the Sun cambiando la dinámica de show y dándole la oportunidad a sus
fanáticos de escucharlo cantar mientras toca la batería.
Pero también tuvo sus momentos tranquilos, en donde se podía
ver el panorama como por ejemplo durante Monkey
Wrench donde se dibujó en todo el estadio un cielo estrellado formado con
las luces de los celulares; un paisaje digno de recuerdo en el mirador que fue
creado improvisadamente por la banda. Otro momento mágico fue durante la sesión
acústica de Grohl y Rami Jaffee en acordeón, en la que se
aproximaron al extremo de la gran pasarela que
atravesaba el estadio y junto con el público cantaron Skin and Bones, Wheels y Times Like This.
Sin nada que envidiarle a los recitales europeos o americanos fue digno de
recordar, no solo por la sublime y frágil intimidad lograda entre un hombre y
50.000 mil personas sino que luego de salir del túnel que se había formado, el
panorama dejó boquiabierto a más de uno que se encontró con la banda ascendiendo
sobre una plataforma giratoria en medio del camino y una fiesta de covers que volvió
a aumentar la velocidad de cada uno de los presentes.
La banda integrada por Dave
Grohl en voz y guitarra, Chris
Shifflet y Pat Smear en las
segundas guitarras, Nate Mendel en
bajo y Taylor Hawkins en batería,
anunció el honor de tener dos invitados dignos de levantar en el camino Jonny Kaplan y Dave Krusen
que tocaron I Miss You y fueron parte
de uno de los covers mas bailados y cantados de la noche. Además recorrieron
otros clásicos como Detroit Rock City,
Young Man Blues, Stiff Competition (con Dave Grohl en la batería y Hawkins en
la voz) y Under Pressure.
Para terminar el gran viaje sónico de tres horas cerraron con
los bises All My Life, These Days,
Outside, Best of You y el himno Everlong.
El recorrido había llegado a su fin y ambas partes estuvieron a la altura de
las circunstancias. La banda dejo muy en claro que va a volver al país que lo
conquistó desde su primera visita en el 2012 y los fans los van a estar
esperando porque se fueron más que conformes, aun así sabiendo, que les
esperaba un viaje mucho más largo y arduo para volver a sus casas.