Paul McCartney volvió para el One On One Tour después de su última visita en el 2010, esta vez a la ciudad de las diagonales con el Kuelge de teloneros y su Dj personalizado, en una noche imperdible.
Fotografía extraída de Paul McCartney Official
Uno a uno, los sonidos se iban impregnando en nuestra
esencia. Temas nuevos, viejos e intermedios. Agarrándonos de cada momento, cada
gesto, nota, letra, metiendo todas esas sensaciones muy adentro para que no se
escape nada. Para que perdure en nuestra mente ante semejante hecho histórico.
Un instante de tres horas, que a veces puede ser una eternidad pero en estos
casos, en los que los grandes artistas van dejándonos uno a uno, el tiempo puede
ser fugaz. Entre los temas de su nuevo disco estaban: Save Us, New y la presentación del nuevo single FourFiveSeconds originalmente grabado
con Rihanna y Kayne West.
Uno a uno, eran los amigos, familia y amores que fueron
protagonistas de cada canción. Muchos que ya no están, otros que reescriben su
historia. Partecitas de una memoria golpeada. Infancia dorada de juegos y risas
en Queenie Eye, la lucha de 4 chicos
de Liverpool que buscaban ser escuchados durante In Spite of All the Danger , el camino al éxito (A Hard Day’s Night) , el sueño que
terminaba (Golden Slumbers/ Carry that
Weight/ The end). Las mujeres inolvidables (Maybe I’m Amazed y My Valentine), el camino solitario de un hombre
que sabe perfectamente que hay que
dejarlo ser, vivir y dejar morir (Band on the Run/ Let it be / Live and Let
Die).
Esos ojos tristes y sin embargo la sonrisa de niño
eterno, “El lindo”, de los Fab 4
según la prensa de los años 60, debería haberse llamado “El seductor”. Uno a uno
en la lista de temas, predominaba el amor, palabras románticas hoy en día
olvidadas, plasmadas en canciones tontas
de amor que el señor McCartney canta con orgullo y ahí va otra vez: Can’t Buy Me Love, Letting go, Let me Roll
it, Here There and Everywhere, We can Work it Out, You Won’t see me, Love me
do, And I Love her, Yesterday y Hi Hi Hi. Rindió homenaje a las mujeres (Lady Madonna) a tal punto que una pequeña pero valiente, y
por eso gran mujer llamada Leila decidió
devolverle el gesto tocando para él, y se calzó el bajo homenajeándolo ante
miles de espectadores en Get Back. “La pequeña bajista argentina, ¿Qué está
pasando?” se preguntaba asombrado MACCA.
Uno a uno, de los presentes con un nudo en el estomago.
Familias, hombres y mujeres de todas las edades. Al ver fotos sepias de John Lennon en Here Today y George Harrison
en Something envueltas en los
homenajes más dulces y simples y lejos de la ostentación que podría tener un
artista de la talla de McCartney. Solo
con la guitarra o el ukulele, Una vez más, ciento de voces acompañando las
letras. La luna como espectadora, todo era perfecto.
Por último pero no por eso menos importante, la celebración.
La fiesta, los colores, luces, lasers, fuegos artificiales. Los solos de
guitarra, los coros inolvidables. Los clásicos Temporary Secretary,
I’ve Got a Feeling, Blackbird, The Fool on the Hill, Eleanor Rigby, Being On
Benefit of Mr Kite!, Ob-La- Di, Ob-La-Da,
Back in the URSS, Birthday y Un eterno “Na na na na na na na” que
no tengo ni que explicar. Todos saben de qué tema hablo. Y los grandes
colegas que lo acompañan desde hace años: Rusty
Anderson, Brian Ray, Abe Laboriel y Paul
Wickens Todos ellos disfrutando cada momento, riéndose del “Jefe”
y su español macheteado, contagiándose todos ellos de la calidez que transmitía
el público en una noche de otoño de las mas frías a lo que va del año. “Hasta
la próxima” dijo mientras levantaba los brazos y dejaba colgar su Höfner con raspones agridulces en la
superficie… por ahora la próxima es el jueves y después viene la tortuosa
espera que no puede dilatarse otros seis años.